La Comisión adoptó una Recomendación sobre áreas críticas de tecnología para la seguridad económica de la Unión Europea, para su posterior evaluación de riesgos con los Estados miembros. Esta Recomendación se deriva de la Comunicación Conjunta sobre una Estrategia de Seguridad Económica Europea que estableció un enfoque estratégico integral para la seguridad económica en la UE.

Esta Recomendación se relaciona con la evaluación de uno de los cuatro tipos de riesgos en ese enfoque integral, a saber, el riesgo tecnológico y la fuga de tecnología. La evaluación de riesgos será objetiva en carácter y, en esta etapa, no se pueden anticipar sus resultados ni ninguna medida de seguimiento. En la Recomendación, la Comisión presenta una lista de diez áreas críticas de tecnología. Estas áreas tecnológicas se seleccionaron en base a los siguientes criterios:
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·       Naturaleza habilitadora y transformadora de la tecnología: el potencial y la relevancia de las tecnologías para impulsar aumentos significativos en el rendimiento y la eficiencia y/o cambios radicales en sectores, capacidades, etc.

·       Riesgo de fusión civil y militar: la relevancia de las tecnologías tanto para los sectores civil como militar y su potencial para avanzar en ambos dominios, así como el riesgo de uso de ciertas tecnologías para socavar la paz y la seguridad.

·       Riesgo de que la tecnología se utilice en violación de los derechos humanos: el posible uso indebido de las tecnologías en violación de los derechos humanos, incluida la restricción de las libertades fundamentales.
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Evaluaciones colectivas de riesgos con los Estados miembros

De las diez áreas críticas de tecnología, la Recomendación identifica cuatro áreas tecnológicas que se consideran altamente propensas a presentar los riesgos más sensibles e inmediatos relacionados con la seguridad y la fuga de tecnología:
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·       Tecnologías de semiconductores avanzados (microelectrónica, fotónica, chips de alta frecuencia, equipos de fabricación de semiconductores).

·       Tecnologías de inteligencia artificial (computación de alto rendimiento, computación en la nube y edge computing, análisis de datos, visión por computadora, procesamiento de lenguaje, reconocimiento de objetos).

·       Tecnologías cuánticas (computación cuántica, criptografía cuántica, comunicaciones cuánticas, sensores y radar cuánticos).

·       Biotecnologías (técnicas de modificación genética, nuevas técnicas genómicas, impulsores genéticos, biología sintética).
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La Comisión recomienda que los Estados miembros, junto con la Comisión, realicen inicialmente evaluaciones colectivas de riesgos de estas cuatro áreas antes de que termine este año. La Recomendación incluye algunos principios orientadores para estructurar las evaluaciones colectivas de riesgos, incluyendo la consulta al sector privado y la protección de la confidencialidad.

Al decidir sobre propuestas para evaluaciones colectivas de riesgos adicionales con los Estados miembros en una o más de las áreas tecnológicas adicionales enumeradas o subconjuntos de estas, la Comisión tendrá en cuenta las acciones en curso o planificadas para promover o asociarse en el área tecnológica en cuestión. Más generalmente, la Comisión tendrá en cuenta que las medidas tomadas para mejorar la competitividad de la UE en las áreas relevantes pueden contribuir a reducir ciertos riesgos tecnológicos. 

Próximos pasos

La Comisión se comprometerá con los Estados miembros, a través de los foros de expertos apropiados, para iniciar las evaluaciones colectivas de riesgos de las cuatro áreas tecnológicas mencionadas anteriormente.

Además, la Comisión mantendrá un diálogo abierto con los Estados miembros sobre el calendario y el alcance apropiado de evaluaciones adicionales de riesgos, teniendo en cuenta, entre otras cosas, la contribución del factor tiempo a la evolución de los riesgos. La Comisión puede presentar iniciativas adicionales en este sentido antes de la primavera de 2024, a la luz de dicho diálogo y de la primera experiencia con las evaluaciones colectivas iniciales de riesgos, así como de los aportes adicionales que se puedan recibir sobre las áreas tecnológicas enumeradas.

La Recomendación no prejuzga el resultado de la evaluación de riesgos. Solo el resultado de la evaluación colectiva detallada del nivel y la naturaleza de los riesgos presentados puede servir de base para una discusión adicional sobre la necesidad de medidas precisas y proporcionadas para promover, asociarse o proteger en cualquiera de estas áreas tecnológicas o subconjuntos de estas.

Antecedentes 

El 20 de junio de 2023, la Comisión y el Alto Representante adoptaron la Comunicación Conjunta sobre la Estrategia de Seguridad Económica Europea. Esta estrategia se basa en un enfoque de tres pilares: promoción de la base económica y la competitividad de la UE; protección contra riesgos; y asociación con el rango más amplio posible de países para abordar preocupaciones e intereses compartidos.

Establece una serie de acciones que se deben tomar para abordar los riesgos para la resiliencia de las cadenas de suministro, los riesgos para la seguridad física y cibernética de las infraestructuras críticas, los riesgos relacionados con la seguridad y la fuga de tecnología, y los riesgos del uso como armas de la dependencia o coerción económicas. La lista presentada en la Recomendación forma parte de la tercera categoría de estas acciones.

Fuente: Recommendation on critical technology areas (europa.eu)