14/2/2023

Nuestro estudio tiene una marcada vocación académica, por lo que nos es muy grato compartir con ustedes los logros de dos de nuestros abogados.

Conversamos con el director Pablo Cornejo y el asociado Maximiliano Nissim, sobre sus nombramientos como profesores de la Universidad de Chile, en la carrera de Derecho, los que fueron oficializados uno durante la pandemia y otro muy recientemente, después de superar ambos exitosamente los concursos de oposición y antecedentes exigidos por la universidad.

Pablo Cornejo es profesor asistente, nombrado oficialmente en octubre del 2021, en la cátedra de Clínicas Jurídicas I. Como parte de su recorrido académico, Pablo ha dictado los cursos de Derecho Civil y Derecho Internacional Privado en la Universidad Alberto Hurtado, desde el año 2014. Anteriormente, fue ayudante de los departamentos de Derecho Civil y Derecho Procesal en la Universidad de Chile.

En el ámbito del Derecho Internacional Privado, formó parte de la comisión que redactó el anteproyecto de ley de la misma materia. Adicionalmente, Pablo participa de manera regular en distintas jornadas académicas, que van desde el derecho civil hasta el derecho del consumo.

Por su parte, Maximiliano Nissim fue nombrado oficialmente en enero de 2023 como profesor instructor, también en la cátedra de Clínicas Jurídicas I.

Anteriormente, Maximiliano fue profesor de Derecho Civil en la Universidad Andrés Bello durante el año 2022 y participó en ayudantías de Derecho Civil y Derecho Procesal en la Universidad de Chile entre 2015 y 2021.

Maximiliano comenta que esta “es una oportunidad de retribuir a la universidad que me formó, además de reafirmar mi interés por la docencia. No solo es importante qué se enseña, sino también cómo se enseña; cuestión que se cumple a cabalidad en una universidad como ésta, que ha abierto un proyecto inclusivo, transformador y de alta excelencia académica”.

A su vez, Pablo indica que “mi incorporación como académico de la Universidad de Chile me motiva por dos grandes razones. La primera, porque me permite volver a la universidad que me formó académicamente y que me inculcó sus valores. La segunda, porque siento que a partir de esta cátedra puedo motivar a los estudiantes en un área que se vincula con el quehacer diario de la profesión, transmitiéndoles mi experiencia práctica en materias de litigación, para contribuir a que los estudiantes descubran cuáles son las áreas en que les interesa desarrollarse profesionalmente; e idealmente, para que cuenten con las destrezas forenses que les permitan ingresar al mundo laboral”.